08 Ene Sábado 13 de enero, proyección en Segorbe de 20.000 especies de abejas
El próximo sábado 13 de enero, a las 19:00 horas, en el Teatro Serrano de Segorbe se proyectará la película «20.000 especies de abejas», de Estibaliz Urresola. El acto está organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Segorbe y cuenta con la colaboración de la Asociación Audiovisual Rosalea.
Sinopsis.
Cocó, de ocho años, no encaja en las expectativas del resto y no entiende por qué. Todos a su alrededor insisten en llamarle Aitor pero no se reconoce en ese nombre ni en la mirada de los demás. Su madre Ane, sumida en una crisis profesional y sentimental, aprovechará las vacaciones para viajar con sus tres hijos a la casa materna, donde reside su madre Lita y su tía Lourdes, estrechamente ligada a la cría de abejas y la producción de miel. Este verano que cambiará sus vidas obligará a estas mujeres de tres generaciones muy distintas a enfrentarse a sus dudas y temores.
Crítica de la película.
Estibaliz Urresola se plantea dos retos muy diferentes en su primera película: por un lado, contar la historia de la identidad de género de una niña de tal manera que cualquiera pueda entender y empatizar con ella sin necesidad de mostrar ofensas y desmanes, pero tratando de no caer en los tópicos de este tipo de relatos. Por otro, ser capaz de situarla en un pueblo cayendo de forma irremediable en los códigos estéticos pero no en los narrativos de películas recientes como “Alcarràs”, “La inocencia” o “El agua”.
“20.000 especies de abejas” es lo suficientemente inteligente como para saber que la protagonista de la película no es una madre sobrepasada por su propia vida que no entiende el camino que debe tomar, sino una hija que acepta con naturalidad lo que su entorno no es capaz. Los momentos en los que adquiere consciencia de que habrá gente que jamás pueda aceptarla como Sofía son desgarradores por varios motivos: uno de ellos, el inexorable hecho de que parte del público va a pensar, como la abuela, que esto pasa «por haberle permitido demasiado».
El propósito de la película no es tanto el de convencer a parte del público sobre una realidad como el de hacérsela comprensible sin necesidad de hacer un «hilo de Twitter» al respecto, tirar por panfletismos o frases hechas. La sutileza de Urresola es tal que es capaz de introducir su problemática muy poco a poco: no busca el shock o la impresionabilidad fácil, sino la comprensión, el cariño, un problema presentado, lejos de una posible apisonadora moral, a cucharaditas de café.
“20.000 especies de abejas” es una muestra perfecta de la evolución natural del cine rural español en los últimos años. Una vez ha agotado las historias juveniles más tradicionales, puede mirar hacia delante y explorar el mundo actual desde la mirada del pueblo, ese lugar en el que todo se sabe sin que nada se exprese, las sonrisas ocultan dolores, la comprensión debe ganarse poco a poco y un verano puede cambiar tu propia percepción para siempre.