19 Ene Sábado 20 de enero, proyección en Viver de la película 100 metros
El próximo sábado 20 de enero, a las 18:30 horas, en el Salón de la Casa de la Cultura de Viver se proyectará la película “100 metros”, de Marcel Barrena.
Sinopsis.
Ramón, padre de familia treintañero, vive para el trabajo hasta que su cuerpo empieza a fallar. Diagnosticado de esclerosis múltiple, todos los pronósticos parecen indicar que en un año no será capaz de caminar ni cien metros. Ramón decide entonces plantarle cara a la vida participando en la prueba deportiva más dura del planeta. Con la ayuda de su mujer y el gruñón de su suegro, Ramón inicia un peculiar entrenamiento en el que luchará contra sus limitaciones, demostrándole al mundo que rendirse nunca es una opción… Inspirada en la historia de Ramón Arroyo, un joven diagnosticado de esclerosis al que le dijeron que no sería capaz de caminar ni cien metros.
Crítica de la película.
La cinta, aunque dramática en su fondo, toma acertadamente un prisma vitalista, esperanzador y optimista. Una sabia lección de vida que nos muestra que en la mayoría de las ocasiones nosotros podemos ser nuestro mejor amigo y que con ganas, fuerza e ilusión si quieres puedes conseguirlo. El protagonista, Ramón, tiene en este aspecto dos grandes aliados en los que podrá apoyarse durante las adversidades que irán surgiendo en su lucha: su mujer y su suegro.
El director, Marcel Barrena, ha sabido tratar con la sensibilidad y el respeto necesarios una historia tan dura pero a la vez tan esperanzadora como ésta. Así, “100 metros”, es capaz de introducir al espectador en un profundo viaje por las más diversas emociones donde se encuentra emotividad y situaciones cómicas pero siempre sin olvidar darle la visibilidad necesaria a una enfermedad aún bastante desconocida. El resto de la magia que veremos en pantalla vendrá aportada por el perfecto tándem formado por los actores Dani Rovira (sorprendente y convincente en este cambio de registro) y Karra Elejalde (con cada nuevo proyecto se crece, y en este está enorme). Ambos personajes se odian y se necesitan a parte iguales, regalando así los momentos más simpáticos y entrañables de la cinta. La química entre ellos se palpa, logrando transmitir esa cercanía con los personajes tan necesaria para que el espectador se involucre en la historia de Ramón.