26 Jul Viernes 28 de julio, representación en Valldecrist de Quijote, de Bambalina Teatre
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El próximo viernes 28 de julio, a las 22:30 horas, en la iglesia de San Martín, de la Cartuja de Valldecrist, la compañía Bambalina Teatre representará la obra Quijote. La actuación se enmarca en el ciclo de actividades “Valldecrist: ámbito de culturas 2023”, que desde el viernes 28 al domingo 30 de julio se desarrollarán en la Cartuja de Valldecrist, organizadas por la Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist y subvencionadas por el Ayuntamiento de Altura, contando con la colaboración de la Generalitat Valenciana y la Diputació de Castelló.
Quijote se puede considerar como la obra maestra de Bambalina Teatre. Dos oficiantes vestidos de negro, una mesa, el juego de luces y sombras, la gestualidad precisa y la música matizada se funden, recreando un Quijote mudo y sin embargo elocuente, de evocaciones goyescas, góticas, expresionistas… Quijote solo, en una estancia de su casa, lee obsesivamente libros de todo tipo hasta enloquecer. Así comienza esta obra que muestra la locura de este héroe universal, su amor por Dulcinea y la especial relación que mantiene con Sancho. A través de episodios como la aventura de los molinos de viento o la escena del Retablo de Maese Pedro (el teatro de títeres dentro del teatro de títeres) vemos cómo Quijote va mezclando realidad y ficción hasta que finalmente es humillado por los que le rodean y vencido por sus propios demonios.
Lo primero que asombra en esta nueva mirada de Quijote es cómo los manipuladores actores (sobre todo Jaume Policarpo) logran dar vida (hacer que respiren) a estos corazones de madera, a estas tristes figuras. El mito de Cervantes llevado a terrenos de pesadillas, dentro de un juego perverso, y, sobre todo, a una estética expresionista en todos los costados. (…) Carles Alfaro ha logrado provocar poderosas e inmediatas explosiones de humanidad. Hace visible al Quijote invisible y a Sancho con sonidos imperceptibles al lado de la música inquietante de Joan Cerveró. Hace, especialmente, que la ilusión hipnotice al espectador durante alrededor de una hora, lo atonte ante esta pequeña locura creativa.
Bambalina aparece a la escena valenciana el 1981 y dirige la mirada hacia una modalidad tan singular como el teatro de títeres. En su extensa trayectoria, la compañía siempre ha destacado por la voluntad de abrir el código de los títeres hacia mundos claramente interdisciplinarios y ha presentado propuestas con una dramaturgia viva, emparentada con otros artes visuales.