23 May Cien años de tren en el Alto Palancia, 1898-1998.
Un sábado 23 de mayo de 1998, hace ahora veinticinco años, una locomotora a vapor Garratt del modelo 282 partía de la Estación del Norte de Valencia en dirección a la comarca del Alto Palancia. Esta locomotora legendaria, conocida coloquialmente como la “Garrafeta”, tiraba de un largo convoy ferroviario que había sido perfectamente engalanado para celebrar el centenario de la llegada del tren al Alto Palancia en el año 1898.
Los actos conmemorativos del Centenario ya habían comenzado en el mes de abril y se prolongaron hasta finales de junio. Se celebraron exposiciones en Soneja, Segorbe, Caudiel y Jérica, en las que se incluyeron grandes maquetas, material ferroviario móvil, fotografías, … Se organizaron varias conferencias sobre la historia de la línea férrea y las características de su material motor. Se dispusieron dos mesas de redondas, con la participación de técnicos, asociaciones vecinales y políticos para debatir sobre el futuro del tren en nuestra comarca. Y se editó un libro tremendamente especial: el Instituto de Cultura Alto Palancia (ICAP) y la Fundación Bancaja Segorbe se unieron para publicar “Cien Años de Tren en el Alto Palancia, 1898-1998”, una obra que tendría una relevante resonancia, como prueba los 1.500 ejemplares publicados que rápidamente se agotaron.
Los actos conmemorativos no solo pretendían recordar los cien años de tren en nuestra comarca, también buscaban la reflexión de las ciudadanas y ciudadanos sobre un medio de transporte importantísimo para nuestras tierras, respetuoso con el medio natural y solidario con las capas sociales más desfavorecidas. Veinticinco años después algunas cosas han cambiado, con la firma del Pacto Verde Europeo la Unión Europea ha planteado una apuesta firme por una estrategia de movilidad sostenible, en la que el tren toma una destacadísima importancia. Nuestra línea férrea se encuentra incluida en uno de los cinco grandes corredores ferroviarios españoles del futuro, el Cantábrico-Mediterráneo. Pero debemos seguir reivindicando constantemente la puesta en marcha de todos los proyectos planteados para que no acaben en los anaqueles del olvido, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.